Barcelona fue fundada hace más de dos mil años en la ribera del Mediterráneo, entre dos ríos, a poca distancia de Francia, en el noreste de la Península Ibérica. Desde entonces ha sido la tradicional puerta de entrada al estado español, por la que accedieron numerosas culturas enriquecedoras. Las muestras de esta historia y diversidad están diseminadas por toda la ciudad: el Barrio Gótico, construido sobre las ruinas romanas; el Eixample modernista, presidido por la exhuberante arquitectura gaudiniana y situado en una trama urbana ordenada y racional... Esta diversidad y concordia resultan asimismo perceptibles en el carácter de los barceloneses, que son emprendedores y laboriosos, con un punto de hedonismo, y particularmente cívicos y amantes de la cultura.
Todos estos rasgos han convertido a Barcelona en un destino turístico de primer orden y también en el ámbito ideal para celebrar reuniones y congresos. Esta ciudad abierta, acogedora, cambió de piel y se abrió al mar para recibir los Juegos Olímpicos de 1992. Más tarde completó su fachada marítima con la nueva zona del Fórum, donde desde 2004 funcionan una serie de instalaciones hoteleras y congresuales de dimensiones únicas en Europa. Todo ello en el seno de un área consagrada al talento y la innovación, el distrito tecnológico 22@, establecido en el entorno de la nueva Diagonal.
En poco menos de dos décadas, Barcelona ha transformado por completo su oferta, haciendo gala de un talante dinámico y un espíritu vanguardista, perfectamente visibles en la nueva configuración urbana y arquitectónica. La ciudad sigue disfrutando de unas condiciones climáticas primaverales y propone al visitante un estilo de vida propio, particularmente sugerente y atractivo, que combina la dulzura de la ribera mediterránea y el empuje y la capacidad de innovación de una sociedad joven. Se trata de una combinación única en el continente europeo, con un emplazamiento geográfico privilegiado, cuya población, inquieta y responsable a la vez, hoy disfruta de la metrópolis mediterránea del siglo XXI.
Todos estos rasgos han convertido a Barcelona en un destino turístico de primer orden y también en el ámbito ideal para celebrar reuniones y congresos. Esta ciudad abierta, acogedora, cambió de piel y se abrió al mar para recibir los Juegos Olímpicos de 1992. Más tarde completó su fachada marítima con la nueva zona del Fórum, donde desde 2004 funcionan una serie de instalaciones hoteleras y congresuales de dimensiones únicas en Europa. Todo ello en el seno de un área consagrada al talento y la innovación, el distrito tecnológico 22@, establecido en el entorno de la nueva Diagonal.
En poco menos de dos décadas, Barcelona ha transformado por completo su oferta, haciendo gala de un talante dinámico y un espíritu vanguardista, perfectamente visibles en la nueva configuración urbana y arquitectónica. La ciudad sigue disfrutando de unas condiciones climáticas primaverales y propone al visitante un estilo de vida propio, particularmente sugerente y atractivo, que combina la dulzura de la ribera mediterránea y el empuje y la capacidad de innovación de una sociedad joven. Se trata de una combinación única en el continente europeo, con un emplazamiento geográfico privilegiado, cuya población, inquieta y responsable a la vez, hoy disfruta de la metrópolis mediterránea del siglo XXI.